Como sabréis, habíamos conseguido formar un convoy de dos jeeps y una furgoneta con medicamentos, sillas de ruedas, ropa de abrigo, mantas, calzado, material escolar y demás útiles con los que combatir el abandono sistemático al que los pueblos bereberes de las montañas del Atlas se ven sometidos por su propio gobierno.
A raíz del conflicto de Marruecos con los campamentos saharauis en El Aaiún, en los que la violencia y la muerte han acabado siendo el triste protagonista, la entrada a Marruecos para muchos colectivos, como periodistas y asociaciones de ayuda de cualquier tipo, se ha visto restringida, exigiendo una minuciosa revisión para los que intenten acceder a suelo marroquí.
Las oenegés españolas han armado mucho revuelo en los últimos años con el conflicto saharaui de fondo, y han conseguido crear una imagen uniforme de alborotadores e incitadores a la rebeldía que al gobierno de Rabat tanto incomoda.
Así pues, nos hemos visto obligados a posponer sine die el arranque de la expedición. Lo peor de todo este embrollo es que nadie tiene en cuenta que los realmente perjudicados son los que no se quejan; aquellos que no podrán medicarse estos días o aquellos que no podrán abrigarse a medida que el invierno avance a los 2.600 metros en los que viven.
Esperemos que los trámites no terminen por eternizarse y podamos completar con éxito el envío de material que nos habéis ido donando solidariamente estas últimas semanas.
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